Uno de los dilemas más frecuentes entre los propietarios es si pueden vender un piso, incluso si está alquilado. La respuesta es sí. Se trata de una situación muy común, pero es importante comunicarlo correctamente a todas las partes involucradas.

Dada la situación económica actual, muchos propietarios están considerando esta opción como una estrategia para asegurar una situación financiera más sólida. Ya sea por la necesidad de obtener liquidez, nuevas oportunidades de inversión, el temor a posibles impagos, o la reciente implementación de la ley de vivienda que limita los precios de los alquileres, los propietarios están explorando la venta como una respuesta estratégica a las demandas del mercado y las necesidades individuales.

En este artículo te explicamos cómo puedes vender un piso con arrendatarios y qué debes tener en cuenta para hacerlo legalmente.

El propietario debe respetar el contrato de alquiler.

En primer lugar, antes de comenzar con el proceso de venta, es necesario revisar el contrato de alquiler existente. Si la vivienda y el contrato de alquiler están inscritos en el Registro de la Propiedad, el comprador está obligado a asumir el contrato. Esto significa que el arrendatario podrá seguir viviendo en el piso hasta que el contrato finalice.

Por otro lado, si el piso está inscrito en el Registro, pero el contrato no lo está, el nuevo propietario deberá subrogar los derechos y obligaciones del arrendador durante los primeros cinco años de la vigencia del contrato, si es una persona física, o siete años, si es una persona jurídica.

En el caso de que ni el piso ni el contrato estén inscritos en el Registro, el arrendatario tendrá un máximo de tres meses para abandonar la propiedad. No obstante, el nuevo propietario puede prorrogar el contrato de arrendamiento, si así lo decide.

El arrendatario tiene preferencia a la hora de comprar la vivienda.

En el caso de que el arrendatario quisiera adquirir la propiedad, tiene preferencia sobre cualquier tercero. Por lo tanto, el propietario está obligado a notificar la intención de venta y comunicarle el precio, a menos que el contrato contemple la renuncia explícita por parte del arrendatario a comprar la vivienda.

Si el arrendatario no ha renunciado expresamente, tiene derecho a comprar la propiedad siempre que iguale la oferta acordada con el comprador interesado. En este caso, tendrá un plazo de 30 días para comunicar su decisión.

Por otro lado, en el caso de que la venta se realice con un tercero, el nuevo comprador deberá estar informado sobre la existencia de un arrendatario y la vigencia de un contrato de alquiler. Si procede con la adquisición, deberá respetar esta situación hasta que finalice el contrato.

Es necesario acordar el régimen de visitas.

Dado que, durante la duración del contrato de alquiler, al propietario se le prohíbe acceder a la propiedad sin el consentimiento del arrendatario, es necesario ponerse de acuerdo sobre el régimen de visitas.

No obstante, el arrendatario podría decidir no permitir ninguna visita, lo que perjudicaría la posibilidad de venta por parte del propietario. Por lo tanto, es muy importante mantener una relación cordial y de respeto entre ambas partes.

 

En resumen, cualquier propietario puede vender una propiedad, aunque esté alquilada, siempre que lo comunique debidamente a los arrendatarios y siga los procedimientos reglamentarios. Si necesitas asesoramiento o ayuda profesional para vender tu inmueble, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Desde Simm trabajaremos para garantizar una venta exitosa y eficaz.

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